
De merecer ganarlo de forma holgada pasó a casi a perderlo. De casi terminar empatando de forma injusta a llevárselo sobre la hora. Así fue el devenir del partido que El Sanjo se llevó por 2 a 0 ante Latitud 33.
Había que ganar y así fue. San José se llevó un gran triunfo merecidamente cuando el encuentro se moría con tantos de Pino y Julián. El Santo exhibió argumentos válidos y demostró que puede soñar con el campeonato. La victoria de ayer arrojó un saldo positivo ya que, además de los 3 puntos que quedaron para el Sanjo, se vio un conjunto ordenado, con ambiciones y que nunca se rindió.
Aunque los goles recién llegaron sobre el final, el triunfo del Sanjo se justifica por lo hecho en la primera mitad. El equipo blanco presionó arriba desde el minuto uno y contó con varias chances claras para convertir, que no se cristalizaron en la red de Latitud 33. El conjunto vitivinícola sólo complicó a San José en esa etapa por medio de pelotazos a espaldas de los zagueros, tan es así que de esa forma fue la única que vez que inquietaron a Diego Martínez, espectador de lujo del cotejo.
Aparte de los envíos largos que por momentos sufrió la defensa del Sanjo, no hubo falencias en ese sector. El medio siempre fue del blanco, aunque o fallaba en el último toque, o no estaba fino para definir. Además, lo que atentó por momentos con la fluídez del juego fue las reiteradas faltas que cortaban el partido. El árbitro se mostró muy permisivo por momentos y sólo se limitó a amonestar a quienes no tenían amarilla como para que no haya expulsados.
Cuando comenzó la segunda etapa quedó la sensación de que el Sanjo no aprovechó su buen inicio. Esto agrandó al rival e hizo que se adelante unos metros y cuente con dos chances claras de gol. La llegada más clara de Latitud 33 fue un pelotazo impresionante que pegó en el palo y, según dicen los que estaban cerca, picó adentro del arco. En estos encuentros donde no hay juez de línea se hace muy complicado para el árbitro estos fallos, es por eso que no se puede enumerar como una equivocación grave del colegiado.
Pero las emociones llegaron sobre el final del cotejo. Ninguno del conjuntos se conformaba con el empate, lo que hacía que el mediocampo sea sólo una zona de tránsito. Cualquier ataque podía terminar en gol ya que los defendían con el poco resto físico que quedaba de un encuentro muy vibrante. En uno de los tantos intentos del Sanjo llegó el desnivel. Diego y Julián armaron un contraataque que encontró a Pino solo ante el arquero. El delantero cabeceó abajo, al primer palo y el desahogo fue grande. En la última jugada, tras un córner que ejecutó Facu Sassano, Julián lo definió.
Puntajes:
Diego Martínez (6): Las pocas jugadas que tuvo Latitud 33 pegaron en el palo se fueron desviadas o pegaron en el palo. Sólo descolgó bien algunos centros.
Bruno Gaitán (7): El defensor tuvo un buen partido y ganó casi siempre. Sólo se le puede reprochar que arriesgó demasiado en una zona donde no es recomendable.
Leandro Sassano (7): Rendimiento parecido al de Gaitán. No lo afectó la lesión que lo aquejaba y se mostró muy seguro en los anticipos.
Diego de Mendoza (6,5): Armó la jugada del primer gol y siempre se ofertó como salida. Tuvo regularidad en su juego
Julián Segura (6,5): Tuvo más incidencia en ataque en defensa. Llegó varias veces a posición de gol y anotó el de la tranquilidad para el Sanjo.
Mauricio Rivero (7,5): El rendimiento del equipo fue parejo, pero Pino hizo lo más díficil en un encuentro equilibrado: el gol. Es por eso que fue la figura según este espacio, aunque fue complicado elegir una.
Facundo Sassano (6): Aceptable performance. Cumplió tanto cuando fue defensor como cuando jugó en el medio.
Federico Sassano (5): Su puntaje bajó por el exaprupto del final, que pudo haber terminado en expulsión. De todas formas, tuvo algunas chances para marcar.
Invitado (6): Siempre intentó jugar y se adaptó bien al Sanjo. Tuvo participaciones ofensivas y defensivas en la misma proporción.
Había que ganar y así fue. San José se llevó un gran triunfo merecidamente cuando el encuentro se moría con tantos de Pino y Julián. El Santo exhibió argumentos válidos y demostró que puede soñar con el campeonato. La victoria de ayer arrojó un saldo positivo ya que, además de los 3 puntos que quedaron para el Sanjo, se vio un conjunto ordenado, con ambiciones y que nunca se rindió.
Aunque los goles recién llegaron sobre el final, el triunfo del Sanjo se justifica por lo hecho en la primera mitad. El equipo blanco presionó arriba desde el minuto uno y contó con varias chances claras para convertir, que no se cristalizaron en la red de Latitud 33. El conjunto vitivinícola sólo complicó a San José en esa etapa por medio de pelotazos a espaldas de los zagueros, tan es así que de esa forma fue la única que vez que inquietaron a Diego Martínez, espectador de lujo del cotejo.
Aparte de los envíos largos que por momentos sufrió la defensa del Sanjo, no hubo falencias en ese sector. El medio siempre fue del blanco, aunque o fallaba en el último toque, o no estaba fino para definir. Además, lo que atentó por momentos con la fluídez del juego fue las reiteradas faltas que cortaban el partido. El árbitro se mostró muy permisivo por momentos y sólo se limitó a amonestar a quienes no tenían amarilla como para que no haya expulsados.
Cuando comenzó la segunda etapa quedó la sensación de que el Sanjo no aprovechó su buen inicio. Esto agrandó al rival e hizo que se adelante unos metros y cuente con dos chances claras de gol. La llegada más clara de Latitud 33 fue un pelotazo impresionante que pegó en el palo y, según dicen los que estaban cerca, picó adentro del arco. En estos encuentros donde no hay juez de línea se hace muy complicado para el árbitro estos fallos, es por eso que no se puede enumerar como una equivocación grave del colegiado.
Pero las emociones llegaron sobre el final del cotejo. Ninguno del conjuntos se conformaba con el empate, lo que hacía que el mediocampo sea sólo una zona de tránsito. Cualquier ataque podía terminar en gol ya que los defendían con el poco resto físico que quedaba de un encuentro muy vibrante. En uno de los tantos intentos del Sanjo llegó el desnivel. Diego y Julián armaron un contraataque que encontró a Pino solo ante el arquero. El delantero cabeceó abajo, al primer palo y el desahogo fue grande. En la última jugada, tras un córner que ejecutó Facu Sassano, Julián lo definió.
Puntajes:
Diego Martínez (6): Las pocas jugadas que tuvo Latitud 33 pegaron en el palo se fueron desviadas o pegaron en el palo. Sólo descolgó bien algunos centros.
Bruno Gaitán (7): El defensor tuvo un buen partido y ganó casi siempre. Sólo se le puede reprochar que arriesgó demasiado en una zona donde no es recomendable.
Leandro Sassano (7): Rendimiento parecido al de Gaitán. No lo afectó la lesión que lo aquejaba y se mostró muy seguro en los anticipos.
Diego de Mendoza (6,5): Armó la jugada del primer gol y siempre se ofertó como salida. Tuvo regularidad en su juego
Julián Segura (6,5): Tuvo más incidencia en ataque en defensa. Llegó varias veces a posición de gol y anotó el de la tranquilidad para el Sanjo.
Mauricio Rivero (7,5): El rendimiento del equipo fue parejo, pero Pino hizo lo más díficil en un encuentro equilibrado: el gol. Es por eso que fue la figura según este espacio, aunque fue complicado elegir una.
Facundo Sassano (6): Aceptable performance. Cumplió tanto cuando fue defensor como cuando jugó en el medio.
Federico Sassano (5): Su puntaje bajó por el exaprupto del final, que pudo haber terminado en expulsión. De todas formas, tuvo algunas chances para marcar.
Invitado (6): Siempre intentó jugar y se adaptó bien al Sanjo. Tuvo participaciones ofensivas y defensivas en la misma proporción.
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